Procedimiento
Previa limpieza de la piel, se aplica un gel refrigerante y posteriormente se realiza el procedimiento. Es necesario proteger los ojos del paciente por lo que se utilizan gafas específicas. Las manchas solares contienen melanina y las rojeces hemoglobina. Cuando las células que contienen melanina o hemoglobina reciben esta luz se calientan y se eliminan, consiguiendo que la alteración epidérmica no sea tan perceptible o desaparezca.
Justo después del tratamiento las rojeces desaparecen, en cambio, las manchas se oscurecen debido a la oxidación de la melanina.
La mayoría de las rojeces en la piel pueden tratarse. Las más frecuentes son: las telangiectasias faciales, los puntos de rubí, manchas de vino de oporto y angiomas. El tratamiento es más efectivo en pacientes de fototipos claros y sin broncear. Según la naturaleza de la lesión, los vasos desaparecen en una o pocas sesiones de tratamiento, quedando la lesión cada vez más rosada o desapareciendo totalmente. Además, la penetración de la luz estimula la producción de colágeno mejorando la textura de la piel, reduciendo el tamaño del poro e incrementando la luminosidad e igualando su tonalidad.
Beneficios
- Mejora la textura de la piel
- Eliminación de manchas y rojeces
- Aspecto luminoso, joven y terso de la piel